viernes, 3 de agosto de 2007

Para vivir

Muchas veces te dije
que antes de hacerlo había que pensarlo muy bien.
Que a esta unión de nosotros
le hacía falta carne y deseo también.
Que no bastaba
que me entendieras y que murieras por mí.
Que no bastaba
que en mi fracaso, yo me refugiara en ti.
Y ahora ya ves lo que pasó,
al fin nació, al pasar de los años
el tremendo cansancio
que provoca ya en ti ...
Y aunque es penoso lo tienes que decir.
Por mi parte, esperaba
que un día el tiempo se hiciera cargo del fin.
Si así no hubiera sido,
yo habría seguido jugando a hacerte feliz.
Y aunque el llanto es amargo,
piensa en los años que tienes para vivir.
Y mi dolor no es menos,
y lo peor es que ya no puedo fingir.
Y ahora a tratar de conquistar con vano afán
este tiempo perdido,
que nos deja vencidos,
sin poder conocer
eso que llaman Amor para vivir.

Autor: Pablo Milanés

Solea del amor indiferente

Ni rencores ni perdón.
¡No me grites. No me llores!
¡lo nuestro ya se acabó!.

¿Rencores? ¿Por qué rencores?
¡No le da a mi señorío
guardarle rencor a un río
que fue regando mis flores!
Tú me diste los mejores
cristales de tu corriente,
y no sería decente
maldecirte por despecho
si sé que tienes derecho
a dar o a negar la fuente.

¡Debo estarte agradecido
por tu generosidad!
Tú me diste por bondad
lo que yo hice por cumplido:
Me brindaste tu latido,
tu boca nunca besada,
tu carne nunca estrenada,
tus ojos siempre esperando
con dos ojeras temblando
debajo de la mirada;
me diste el primer te quiero,
que es el que más atosiga,
y llenita de fatiga
me diste el beso primero.

Y hasta que llegó a tu alero
aquel maldito ladrón,
yo sé que tu corazón
fue mío por vez primera,
y sólo mía la seda
debajo de tu balcón.
Por eso, yo bien nacido,
no te odio ni te aborrezco,
¡al contrario!, te agradezco
todo cuanto me has querido.

No me importa si te has ido
con tu barca hacia otro mar,
que yo no te puedo odiar
por esta mala partida;
porque odiar es en la vida
un cierto modo de amar.

No vengas ahora a mi lado
para pedirme perdón,
el perdón es la razón
de volver a lo pasado,
¡y lo pasado acabado!
¿Qué pasó? ... ¿Por qué pasó?
¡Déjame que viva yo
sin perdón y sin rencores!
Porque por más que me llores ...
¡lo nuestro ya se acabó!

Autor: Manuel Benítez Carrasco

miércoles, 1 de agosto de 2007

Sé poco de ti

Sé poco de ti, tú lo sabes.
Poco de tu intimidad,
poco de tus relaciones
poco de tus amores,
poco de tu misterio insondable.

Sé poco te di
y mis sabios saberes
ya no me sirven para desnudarte y retenerte,
confundido, junto a mi.

Ahora la confundida soy yo
cada día me eres nuevo.
Las imágenes que me fabriqué
y el rostro que te asigné
no me sirven para amarte.
Para amarte día a día,
te dejaré ser, no pondré trabas a tu osadía
y me inundaré en tus fuentes de vida.

Sé poco de ti, tú lo sabes
Sé poco de ti, abrázame

Adaptación: Areli
Autor: Florentino Ulibarri

Déjà vu futurista

Despedirse de un viejo amor es difícil, sobretodo cuando, desde el reencuentro, sabes cuando se irá, y tienes mucho tiempo para planear la despedida (una despedida inolvidable) y sólo sale un “adiós, cuídate mucho” con un amargo sabor a “te extrañaré”

Así fue nuestra despedida… te extrañaré, como te extrañé la primera vez que te fuiste… mmm… no!..., esta vez te extrañaré diferente; te extrañaré con la madurez de mis 42, aquella que a los 18 no tenía y que ahora, no creas, no ha cambiado tanto; te extrañaré con esperanza, esto si ha cambiado, porque la primera vez, no esperaba volverte a ver, ni que te acordarás de mi de vez en cuando, ni que te fuera bien o que te fuera mal, ni que la lluvia hiciera acortarte de mi… en fin, tengo la esperanza de que no olvides a esta amiga tuya… tengo la certeza de que no te olvidaré.